FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2020

149 marcha relativa de los mercados escandinavos, pero suponiendo una muy pequeña cantidad den- tro de las exportaciones globales españolas y a costa de precios medios inferiores. De hecho, en relación muchas veces directa con qué tipo de vinos se comportan mejor o peor du- rante un periodo determinado, se muestran tam- bién las evoluciones, mejores o peores, de distin- tos mercados. Así, centrándonos en el análisis de las exportaciones de vinos envasados, las ventas a nuestro primer mercado, Reino Unido, han aumen- tado en 2020, tanto en valor (6,6%) como mucho más en volumen (20,1%), lo que implica que haya sido a costa de menores precios. Un mercado que, en grandes líneas, se ha comportado muy bien para los vinos españoles pese a los temores que durante todo el año generaba el BREXIT, efectivo desde el 1 de febrero del 2020 y finalmente con acuerdo comercial alcanzado antes del 31 de di- ciembre. Algo peor nos ha ido en Alemania, aunque más por la pérdida de facturación (-5,6%) que por la evolución en volumen, donde se ha conseguido crecer un ligero 0,3%, de nuevo a costa de pérdida en el valor medio de las exportaciones. EEUU, ya sea por la propia evolución de su consumo o por el efecto de los aranceles adicionales impuestos en octubre del 2019, muestra caídas para los vinos españoles, importantes aunque muy alejadas de la gran debacle que han sufrido los franceses. Chi- na, evolucionado de forma negativa desde 2018, y México se sumaron en 2020 a las pérdidas re- gistradas por las ventas de vinos españoles. Sin embargo, nuestras exportaciones de vinos enva- sados han crecido y de forma a veces notable en mercados como Holanda, Canadá, Suiza, Suecia, Italia, Letonia, Rusia o Corea del Sur, demostran- do que la pandemia no ha afectado a todos los mercados por igual y que, de nuevo, las pérdidas en unos han podido ser compensadas, al menos parcialmente, por ganancias registradas en otros. CONCLUSIONES En definitiva, la pandemia del COVID-19, con efec- tos particularmente duros en el mercado nacional, junto con otros problemas sufridos en los merca- dos internacionales del vino como el BREXIT, los aranceles de EEUU, la nueva ley del vino en Rusia o la caída del consumo en China, han generado para el vino español unas pérdidas de 200 millo- nes de litros de consumo nacional y de 153 millo- nes en exportaciones. Proporcionalmente, mucho mayores dentro de España que en el exterior, donde, además, la caída en términos de valor ha sido sensiblemente inferior. En España, la mejora sustancial de ventas en el canal de alimentación, especialmente de los vinos con DOP y sin merma en los precios, no ha compensado, ni de lejos, la grave caída sufrida en el canal de hostelería. En el exterior, las exportaciones españolas de vino esta- ban ya condicionadas – un año más – por el tama- ño de la cosecha que, al ser corta en 2019, hacían presagiar menos volumen de ventas a precios ma- yores. Estas previsiones se confirmaron y a ellas se añadieron las dificultades de todos los desafíos a los que el vino se ha debido enfrentar en los mer- cados mundiales en 2020. Pero el resultado, con todo y en año tan difícil, no ha sido especialmente malo. Una caída de las exportaciones del 7,1% en volumen total, pero apenas del 1,9% para los vinos envasados y del 3,7% del valor permiten salvar el año mejor de lo esperado en primavera y mues- tran, como ya ocurrió en la crisis anterior del 2010, que la diversificación de mercados y de segmen- tos de mercado, gracias a la gestión de carteras complejas de vinos, ayuda a minimizar riesgos. Riesgos, sin embargo, que para el vino español si- guen estando, de forma notable, en la variabilidad de nuestras producciones, que hacen recurrente la necesidad de acudir a medidas de regulación. ANEXO 3 EN ESPAÑA, LA MEJORA DE VENTAS EN ALIMENTACIÓN NO HA COMPENSADO, NI DE LEJOS, LA GRAVE CAÍDA SUFRIDA EN HOSTELERIA

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