FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2018

C A P Í T U L O A N E X O S Los motivos del conflicto comercial entre EE.UU. y China ajo el lema de “América Primero”, Donald Trump dio la bienvenida al 2018 con una serie de medidas proteccionistas dirigidas principalmente contra China. Las subidas aran- celarias a las importa- ciones chinas ascienden ya a los 250.000 millones de dólares , y las contramedidas del gigante asiático, que no se hicieron es- perar, han intentado replicar las subidas americanas. Aunque por el momento las acciones que han llevado a cabo ambos países afectan a un por- centaje relativamente pequeño de los flujos comerciales globa- les de manufacturas (en torno al 3%), han avivado los temores de una involución proteccionista de alcance mundial, y el clima de mayor incertidumbre ha empe- zado a erosionar el buen ritmo de crecimiento de la economía (véase el gráfico). Sin embargo, la tregua comercial de 90 días de finales del pasado año y el tono razonablemente positivo de las negociaciones entre Washin- gton y Pekín han apaciguado el miedo a una guerra comercial a gran escala. Tras plantear el contexto de las tensiones comerciales entre ambos países, es primordial entender los detonantes de la actuación estadounidense. Más allá del rédito político que pueda obtener Trump del mensaje de que los intereses de los ciuda- danos norteamericanos priman sobre los intereses ajenos, sus reclamaciones tienen un tras- fondo muy legítimo. Las prácti- cas de dumping del país asiático, en especial desde su entrada a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, han sido un elemento de fricción constante. Así, durante años China ha favorecido de manera poco ortodoxa sus exportaciones manteniendo un tipo de cambio infravalorado, y ofreciendo unos precios subsidiados de la electri- cidad, del agua y de otros servi- cios a las empresas manufactu- reras exportadoras, entre otras medidas. Es ilustrativo el hecho de que los subsidios de China a la industria de la construcción naval redujeran los costes de producción del sector entre un 13% y un 20% entre 2006-2012, lo que permitió que, en muy pocos años, grandes empresas chinas del sector hayan pasado a situarse entre los diez mayores productores del mundo. Las críticas de EE. UU. a las prácticas chinas van más allá de los habituales temas comerciales de dumping. En concreto, actual- mente, las quejas se han centrado en tres aspectos. En primer lugar, en las presiones que reciben las empresas norteamericanas operando en suelo chino para transferir tecnología y propiedad intelectual a las empresas chinas con las que colaboran. En segundo lugar, en la ayuda gubernamental que reciben las grandes empresas chinas para la adquisición de empresas estadounidenses, sobre todo, en alta tecnología. Este ele- mento, además, se contrapone con las trabas que imponen a las empresas americanas que quieren adquirir empresas (falta de reciprocidad). Así, por ejem- plo, en 2015, por primera vez, la inversión extranjera directa de China en EE. UU. sobrepasó la de EE. UU. en suelo chino. Un cambio de tendencia en los flujos de inversión que, probablemente, irá a más, tal y como indican los datos más recientes para 2016 y 2017 (véase gráfico). El tercer ámbito en el que se han centrado las protestas actuales de EE. UU. contra China ha sido el de la intrusión y el robo de in- formación sensible de las empre- sas estadounidenses mediante el acceso a su red informática. Finalmente, es necesario men- cionar que, si bien numerosas de las disputas relacionadas con la propiedad intelectual y marca se pueden tratar dentro del marco jurisdiccional de la Organización Mundial del Comercio (OMC), otras muchas quedan fuera de dicho marco. Por ejemplo, las relacionadas con la trasmisión obligatoria de tecnología entre empresas. En este sentido, tal vez se le puede criticar a la OMC el no haber hecho más para ampliar el consenso en las reglas del comercio y las relaciones internacionales. De hecho, un peligro importante de la actual escalada de tensiones comercia- les entre EE. UU. y China pro- cede, precisamente, del posible debilitamiento de la OMC como pilar en el establecimiento de dichas reglas y como árbitro en las disputas entre países. B ANEXO 2

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=