FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2018

F E D E R A C I Ó N E S P A Ñ O L A D E L V I N O / 1 0 7 a la del año anterior (33,7 millones hl) lo que hacía que, con ser baja la disponibilidad total (68,5 millones hl), fuera sensiblemente superior a la del año 2012 (65,5 millones hl). De forma similar pero al contrario, la larga cosecha de 2018 (49,2 millo- nes hl) se suma a unas existencias al principio de la presenta campaña 201819 muy similares a las que ha- bía en 2013 (30,1 millones hl frente a 29,6 millones hl) e inferiores a la media, por lo que la disponibilidad total para esta campaña (79,3 mi- llones hl), con ser superior a la me- dia de los últimos años, es inferior a las que tuvimos tanto en 2013 (83,1 millones hl) como a la de 2014 (81,5 millones hl). Tenemos mucho vino, pero no tanto como tuvimos hace unos pocos años. En cualquier caso, lo que también vamos comprobando año tras año es la otra gran lección que sacamos de estas fluctuaciones: su efecto sobre los precios en origen y la forma en que estos se trasladan a los precios al canal y al público final. Tanto en 2013, tras la corta cosecha de 2012, como en 2018, tras la corta cosecha del 17, las subidas de precio en origen han frenado la incipiente recupera- ción del consumo de vino en España, han generado un coyuntural aumen- to de los precios medios y la fac- turación en exportación y han sido seguidas de fuertes bajadas de los mismos precios en origen. Relevantes son también los efec- tos de las cosechas y su dimensión sobre la elaboración de mosto, las destilaciones y las importaciones. Como se observa en el gráfico de producción, España ha mantenido un buen ritmo de producción de mostos pese a la pérdida de ayudas y mantiene una industria del mosto y la elaboración de zumos líder en el mundo. Pero al tratarse de un pro- ducto muy sensible en los mercados – en muchos casos, una “commo- dity” – su producción depende de la cantidad de la vendimia en general, siendo escasa en años de cose- cha corta (menos de 3 millones de hectolitros en 2017) y abundante en años de grandes cosechas (hasta cerca de los 5 millones en 2018 y más de 7 millones en 2013). Menos información tenemos sobre las destilaciones y la escasa de que disponemos en el INFOVI no parece aún muy fiable, a la luz de los datos de este pasado año 2018 1 . Así, y según comprobamos en el siguiente gráfico, el total de salidas declaradas a destilería en la cam- paña 201617 habría sido de apenas 1,9 millones hl, lo declarado en la campaña siguiente 201718 de 0,9 millones hl y en los cuatro prime- ros meses de la campaña actual se habría elevado ya la cifra a unas destilaciones acumuladas de 0,6 millones hl. Por ausencia de los datos del balance, tampoco disponemos ya de cifras oficiales de mermas o pro- ducción de otros productos vitiviní- colas como los vinos aromatizados, si bien sabemos que el vermut sigue siendo una bebida de moda, que ha disfrutado de un gran crecimiento en los últimos años, y el conjunto de mermas y los llamados “productos industriales” vitivinícolas suman alrededor de 2/3 millones hl, que deben tenerse en cuenta para el análisis global del sector. Ahora, siendo importantes los mer- cados del mosto, del vino aromatiza- do, el alcohol y el vinagre, además de las mermas (todo lo cual puede su- mar la no despreciable cifra de más de 10 millones hl o algo más de una cuarta parte de nuestra producción), lo fundamental para el vino español es el efecto que las distintas cosechas y el resto de factores pueden tener sobre los dos principales mercados: el mercado nacional y los mercados internacionales. La observación continuada del grá- fico que muestra nuestros dos prin- cipales mercados permite plantear varias conclusiones importantes: • Hace ya 8 años que la caída del consumo de vino en España parece haberse frenado para mantenerse sobre los 10 millones hl. Algo más o un poco menos se- gún los años, pero parece rondar esa cifra con cierta estabilidad. De hecho, observamos un repunte en la campaña 201617 y, pese a la posible disminución el pasado año, se mantiene en esos niveles. • La internacionalización del vino español ha sido extraordinaria. Desde hace 15 años, España vende más vino fuera de sus fronteras que dentro. Y, en particular, entre los años 2009 y 2011, coincidentes 1 Mientras se perfila, estandariza y perfecciona la información del INFOVI, la ausencia repentina de otras fuentes (ej. no hay información oficial del balance vitivinícola ni en España ni en la UE, ni datos de destilación ni producción de mosto, aunque sí de sus existencias) nos lleva a una pérdida importante de datos que dificultan el análisis y se suple con estimaciones.

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