FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2023

A N E X O S / C A P Í T U L O 9 / 1 1 8 / Por su parte, la industria alimentaria ha acusado, por el lado de la oferta, la presión del fuerte aumento del precio de los productos agrarios (un input esencial para su actividad), y, por otro lado, la debilidad de la demanda ante el fuerte incremento de los precios alimentarios. En consecuencia, en 2023, la producción de la industria de la alimentación descendió un 1,9%y se encuentra todavía un 2,4% por debajo del nivel de 2019. La fabricación de bebidas también retrocedió en 2023 (–2,0% interanual), pero se trata de una corrección modesta tras el fuerte repunte que experimentó en 2022 con la reapertura del canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías) tras la pandemia. De hecho, la producción de bebidas se encuentra un 6,6% por encima del nivel prepandemia, un dato que sigue siendo positivo y que refleja el excelente desempeño del sector turístico en 2023. El mercado laboral evolucionó favorablemente en la industria agroalimentaria: el número de afiliados a la Seguridad Social ascendió a 467.000 personas en 2023, un 1,9% más que un año antes. En cambio, la fuerza laboral del sector primario se mantuvo estable en 2023, después de caer un 0,3% en 2022. Estos datos reflejan tanto las dificultades que atraviesa el sector como el posible impacto del incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) sobre la contratación: en el agrario, más del 45% de los asalariados perciben el nuevo SMI, un porcentaje muy superior al 14,4% del sector servicios, el 7,5% de la industria y el 3,8% de la construcción. Un aspecto muy positivo que merece la pena destacar es la reducción de la tasa de temporalidad en el sector: en el 4T 2023, un 37,6% de los asalariados en la agricultura tenían un contrato temporal, lo que representa 13,8 p. p. menos que en el 2T 2021, antes de que entrara en vigor la reforma laboral. Con todo, dicha tasa sigue siendo muy superior a la del conjunto de la economía (16,5%), debido a que es un sector cuya actividad es muy estacional. Por otro lado, el gradual descenso en los costes de producción ha permitido una cierta relajación en los precios de los alimentos que paga el consumidor final. En enero de 2024, el IPC de los alimentos aumentó un 7,4% interanual; aunque se trata de un crecimiento aún elevado, la comparación con el 15,4% en que crecía en enero de 2023 pone de manifiesto la gradual moderación de los precios. Además, las perspectivas son que esta tendencia a la baja continúe, a medida que se vaya trasladando la reducción de los precios de las materias primas agrícolas en los mercados internacionales a lo largo de la cadena alimentaria. Estos elevados precios de los alimentos en 2023 condicionaron el gasto en alimentos de los hogares. Según el índice de las ventas al por menor del INE, las ventas en alimentación crecieron un 12% en 2023 a precios corrientes (es decir, aumenta el gasto nominal en alimentos), pero el aumento fue de apenas un 1,1% a precios constantes (el consumo de alimentos en volumen apenas aumenta). -2% 0% 2% 4% 6% 8% 10% 12% 14% 16% 18% ene.-17 abr.-17 jul.-17 oct.-17 ene.-18 abr.-18 jul.-18 oct.-18 ene.-19 abr.-19 jul.-19 oct.-19 ene.-20 abr.-20 jul.-20 oct.-20 ene.-21 abr.-21 jul.-21 oct.-21 ene.-22 abr.-22 jul.-22 oct.-22 ene.-23 abr.-23 jul.-23 oct.-23 ene.-24 Inflación en España. Variación interanual general alimentos Fuente: Caixabank Research, a partir de datos del EIKON

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