FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2022

A N E X O S / C A P Í T U L O 8 / 1 2 8 / LOS MERCADOS DEL VINO EN 2022: SE FRENÓ LA RECUPERACIÓN ANEXO 3 EL VINO, COMO TODA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA Y LA DE MUCHOS OTROS PAÍSES DEL MUNDO, SE VIENE ENFRENTANDO A UNA SUCESIÓN DE “CISNES NEGROS” 1 EN LOS ÚLTIMOS AÑOS. SI YA FUE DURA LA CRISIS FINANCIERA DE 2010, QUE TUVO UN EFECTO TERRIBLE EN EL CONSUMO, PARTICULARMENTE EN HOSTELERÍA, PEOR FUE QUE SE CERRARA ESTE CANAL DE FORMA TOTAL DURANTE MESES CON LA DEL COVID19, QUE TAM- BIÉN PRODUJO GRANDES DISTORSIONES EN EL COMERCIO MUNDIAL DEL VINO. Distorsiones, que a finales del 2021 ya amenazaban la recuperación post-crisis con trastornos en el trans- porte de mercancías, falta de suministros y una incip- iente inflación, como resultado de (i) una demanda pujante tras el confinamiento, frente a (ii) una oferta que a duras penas se recuperaba de los cierres del año anterior. Y cuando estábamos disfrutando de la re- cuperación post-COVID y pensábamos que el ahorro generado y las nuevas ganas de disfrutar darían lugar a un fuerte crecimiento de las ventas, apareció la guer- ra; otro de los jinetes del apocalipsis. Y con la guer- ra, derivada de la invasión rusa de Ucrania, vinieron el considerable incremento de la inflación, empujado ahora por un fuerte encarecimiento de la energía, la falta de algunos productos importantes y la subida de costes laborales, que trae además como colofón una política monetaria endurecida y una enorme incer- tidumbre. Un panorama al menos oscuro, que se ha reflejado en los datos del sector vitivinícola español de este pasado 2022. El freno a la recuperación del consumo interior de vino y unas exportaciones también en descenso en volumen, aunque con mayor facturación gracias a precios más elevados, son las claves de la evolución del sector el pasado año, no empeoradas - gracias a Dios y la meteorología - por una cosecha abun- dante. 1 “La teoría del cisne negro es una metáfora que, en el ámbito económico, describe aquellos sucesos que ocurren por sorpresa, que ningún analista había previsto ni tenido en cuenta porque, a priori, eran improbables y que, para bien o, generalmente, para mal, terminan teniendo un gran impacto y repercusiones trascendentales” EXISTENCIAS De hecho, mirando a la evolución de las existencias, teníamos a octubre del pasado año (mes de máxima cantidad en la campaña) los mismos 66,8 millones de hectolitros que a octubre del 2021, señal de que entró en el año una cantidad prácticamente idéntica a la del vino que salió: 34,8 millones de hectolitros. Una canti- dad de vino en las bodegas españolas, inferior a la del 2020 y la del 2018 pero superior a la del 2019 y sen- siblemente mayor que la que teníamos a octubre del 2017. Una situación, por lo tanto, de relativo equilib- rio que, pese a la evolución negativa de los mercados, no ha supuesto excedentes importantes gracias a una cosecha relativamente ajustada, pese a las previsiones iniciales. Y, sin embargo, las diferencias por existencias en las bodegas muestran que las salidas totales de vino, los 34,8 millones de hectolitros mencionados, suponen 5,2 millones menos que las salidas del año anterior 2021. Una cantidad inferior de salidas totales desde las bodegas españolas que, como veremos, se ex- plican parcialmente por el menor consumo interior (-0,8 M hl) y por las menores exportaciones (-2.1 M hl), a lo que se deben sumar otras salidas que este pasado año fueron inferiores a las del previo. PRODUCCIÓN Del lado de la oferta, la producción de vino y mosto del 2022 ascendió a un total aproximado – sujeto a correcciones posteriores – de 40,5 millones de hectolitros; mucho más de lo esperado inicialmente, claramente por debajo de la media de las últimas cinco campañas (42 Mhl), y más aun de las del quin- quenio anterior (44,2 M hl). Sin embargo, el proble- ma en España en los últimos años no son las medias

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