FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2020

8 QUERIDOS ASOCIADOS A lgunos recordaréis aquella película de 1985 dirigida por Scorsese “ After hours ” mal traducida al castellano como “¡Jo, qué noche!”, en la que al protagonista le pasaba de todo. Me he acordado de ella al empezar esta carta pensando que podía haberla titulado “¡Jo, qué año!”. Una ma- nera sintética de resumir 2020. Seguramente éste ha sido el año más complicado en la vida de casi todos nosotros, y sus secuelas en forma de crisis, siguen y me temo que aún seguirán durante algún tiempo. Pero quiero ser optimista. También de las crisis se puede salir fortalecido. Hay que aprovechar para adaptarse, plantearse cómo debemos mejorar y afrontar los cambios que la rutina o el día a día no nos dejan tiempo para realizar. También hemos podido comprobar como las crisis nos hacen dar lo mejor de nosotros mismos, y pro- vocan que coticen al alza valores como la solidari- dad y la cooperación. Por eso creo que pronto va- mos a poder superar este 2020 y recuperar el buen ritmo que parecía apuntarse hace tan solo un año. Pese al dolor sufrido, pese a las pérdidas que no vol- verán o pese a las incertidumbres que aún perdu- ran. Y será posible porque tenemos un gran sector, que ha contribuido a configurar lo que somos desde hace -literalmente- miles de años, que está ligado a nuestra cultura, a nuestros pueblos, a nuestros cam- pos y, en definitiva, a nosotros. En las páginas que tienes ahora en tus manos ha- cemos un recorrido por las principales actividades desarrolladas por la Federación durante los últimos doce meses. Son muchas las acciones y resalto con satisfacción el elevadísimo grado de cumplimiento de los objetivos que teníamos marcados en nuestro plan estratégico. Pero como ejemplo de lo que de- cía más arriba, las quiero singularizar en dos: nuestra reacción inmediata ante el confinamiento y el cese general de las actividades, y la puesta en marcha de nuestro nuevo modelo de representatividad apro- bado en la Asamblea General de septiembre. Si la primera simboliza el trabajo solidario, la cola- boración entre todos para poder seguir adelante y el apoyo para dar respuestas cuándo éstas eran difíciles de dar; la segunda representa que los obje- tivos siguen estando ahí y que, pese a todo, hay que normalizar las dificultades y seguir caminando por la ruta marcada. Fue durante los primeros momentos de incerti- dumbre cuando incluso tuvimos que trabajar para poder seguir produciendo y ser considerados una actividad esencial. Y fue también entonces cuando tuvimos que recurrir a las pantallas para comuni- carnos y coordinarnos y poder buscar soluciones que ofrecer a los problemas de nuestros asociados: modificación de los plazos de la OCM, ayudas en diferentes ámbitos de la actividad empresarial, me- didas extraordinarias específicas, y todo ello con la máxima coordinación para asegurarnos que toda la información llegaba a las empresas. Para ello hemos contado también con tantos ami- gos y colaboradores externos (algunos que a fuerza de trabajar codo con codo y compartir dificultades se han convertido en verdaderos amigos) que no puedo enumerarlos, aunque como siempre, debo citar a los representantes de los ministerios de Agri- cultura y de Comercio. Siempre destaco en esta carta el trabajo de mis co- laboradores en la Federación y no estaría siendo justo si este año no reconociera y agradeciera es- pecialmente el arduo y brillante trabajo de Alberto, Blanca, Eduardo, Elena, Luis y Trinidad, el gran equi- po de profesionales de la FEV, que nos ha permitido estar cerca de vosotros y dar esas respuestas tan necesarias. Y ello pese a que, como le ocurrió por desgracia a tantos otros, su trabajo también estuvo trufado enmuchos momentos de adversas situacio- nes personales. Si el día 13 de marzo de pronto nos encontramos en una nueva vida en la que la espontaneidad, la cercanía física, los abrazos, los besos y el contac- to laboral dieron paso a la virtualidad, las pantallas y una gran incertidumbre que todos tuvimos que sobrellevar como pudimos, el verano nos dio un pequeño respiro que nos permitió celebrar el 29 de septiembre una Asamblea General más tranquila. Virtual, pero tranquila. S A L U D O D E L D I R M E M O R I A 2 0 2 0

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