FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO - MEMORIA 2018
F E D E R A C I Ó N E S P A Ñ O L A D E L V I N O / 1 1 1 sus producciones. Sin embargo, se mantiene el objetivo de ir mejorando la facturación de las exportaciones españolas de vino, de forma estable en el tiempo, por progresivo incre- mento de las ventas de envasados (las marcas) y – siendo realistas y viendo la evolución de los mercados mundiales – de las exportaciones de granel de calidad y con indicación de variedad a mercados de con- sumo final donde el envasado y la distribución nacional están en auge. Para ello, la escasez de la cosecha en la campaña 2017/18 y los altos precios en origen, parecían ofrecer una buena oportunidad que resulta- ra en beneficio de los márgenes y la imagen de los vinos españoles… Pero no ha sido así. En los 12 meses transcurridos hasta noviembre de 2018, España ha exportado 325 millones de litros menos, pero ha facturado 53 millo- nes de euros más. Esta evolución (más dinero por menos vino, pero a mejores precios) ha sido claramen- te la del vino a granel (52 millones de euros más, pese a vender 213 millones de litros menos) y, sin em- bargo, no ha generado una mejor facturación de los vinos envasados, particularmente con DOP. Según las estadísticas de la AEAT, estos vinos envasados con denominación de origen han caído en 2018 tanto en volumen (37 millones de litros) como también en valor, con pérdi- da de 55 millones de euros. No; la menor disponibilidad de vino, los precios más elevados en origen, no han permitido una mayor venta de los productos de más valor y mejor imagen, para lograr un mejor posi- cionamiento de nuestras marcas. Al contrario, se han traducido en una elevación coyuntural de los precios de nuestros vinos más económicos (+35% en el granel), para los que se ha mantenido una demanda razo- nablemente sostenida por parte de clientes que los necesitaban a toda costa… para mantener sus cana- les de comercialización. Ha sido el caso, sobre todo, de Italia, que, a pesar de pecios más elevados, incluso aumentó sensiblemente sus compras de vino español hasta el mes de julio, con notable incremen- to de su facturación. No importaba; lo necesitaban; seguramente para mantener sus propios canales de comercialización. El problema es si pueden seguir necesitando nuestro vino tras una cosecha local que vuelve a la normalidad en 2018, lo que ya sospechamos no ocurre dada la disminución de sus com- pras desde el pasado verano. De forma más moderada, Francia y Alemania han reducido ligeramente sus compras de vino español (7,2% y 2,7% respectivamente) pero, al ser los precios del granel mucho más Se mantiene el objetivo de ir mejorando la facturación de las exportaciones españo- las de vino, de forma estable en el tiempo, por progresivo incremento de las ventas de envasados
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